Expertos aseguran que dar un celular a niños es similar a darle drogas

El uso en exceso aparatos electrónicos tiene consecuencias en nuestro organismo. Y es peor si hablamos de los menores de edad. Los padres deben pensar en el impacto que pueden tener en sus hijos los dispositivos móviles.

Los teléfonos móviles y tabletas ponen en peligro el desarrollo general del niño. 

Según un artículo publicado por la revista Nueva Mujer el 8 de agosto de 2019, “un teléfono inteligente podría convertirse en una fuente de adicción, este tipo de adicción atrae sus mentes y los cautiva durante mucho tiempo, incluso hasta la edad adulta.

Así lo reveló una investigación liderada por Mandy Saligary, especialista y directora de la clínica de rehabilitación Harley Street, quien en una conferencia acerca de las adicciones, reveló lo peligroso que son los celulares en manos de niños.

“Siempre le digo a la gente que cuando le das a tu hijo una tablet o un teléfono, realmente le estás dando una botella de vino o un gramo de cocaína”, precisó Mandy, según las palabras recogidas por la revista 24 Horas .

Entre los efectos que pueden sufrir desde temprano está la depresión, la ansiedad, dolor de cuello y muñeca, trastornos de sueño y sentimientos de inseguridad.

Los teléfonos inteligentes provocan dependencia a ellos y pueden interferir con las experiencias de la vida real. Es cierto que en un mundo actual tan sumido en la tecnología, los dispositivos móviles se han convertido en una necesidad para trabajar, hacer compras, estar informados o entretenernos, pero las mamás y los papás deben saber que el hacer que los niños se distraigan con el  teléfono puede afectar el desarrollo mental y emocional de un niño.

Un estudio de la Universidad de Maryland compara la adicción a los teléfonos inteligentes a estar enganchado a la cocaína. La cocaína es una droga ilegal, que funciona como estimulante. Cuando una persona usa esta sustancia altamente adictiva, experimenta una repentina sacudida de energía y placer. La sensacion de estar conectado a Internet y las redes sociales, es similar, ya que nuestro cerebro segrega dopamina,

Una vez que el cerebro detecta un pico de dopamina u hormona feliz, la persona siente instantáneamente una oleada de felicidad. Naturalmente, es difícil dejar un mal hábito que te hace sentir extremadamente bien.

Al jugar con la dopamina segregada en sus cuerpos, los dispositivos móviles podrían generar cambios de humor drásticos en los usuarios más jóvenes, obstaculizando también su correcta comunicación con el entorno al que pertenecen.

 

Fuente: Revista Nueva Mujer