Para qué sirve el preescolar
El propósito de la niñez es de gozar la vida y aprender las habilidades esenciales que nos llevarán a ser adultos sanos, independientes, felices y exitosos ¿Cómo puede ser que el éxito de un adulto se defina en el preescolar? Sin duda, las habilidades que necesitamos para relacionarnos con otros, analizar una situación, resolver un problema y crear ideas se desarrollan a lo largo de nuestra infancia y adolescencia. Sin embargo, las semillas para una vida plena las sembramos en la infancia, durante los primeros cinco años de nuestra vida y de la misma manera en que estas semillas germinan – ya sea en un campo fértil o en una tierra seca – es que se definirá el futuro de nuestros pequeños.
El enfoque de algunas escuelas es sólo la formación académica. Pero los tiempos han cambiado ya la educación moderna pone el énfasis en la formación completa – académica y emocional- del cada pequeño para que éste aprenda las habilidades básicas, tenga un desarrollo emocional sano y un buen nivel académico.
¿Qué hacen los niños pequeños en preescolar?
Los chicos tienen la oportunidad de gozar de un día estructurado, de hacer las cosas por sí mismos, de ser responsables de sus cosas y seguir un horario, de tomar turnos haciendo actividades que les son asignadas y de participar en equipo. Las maestras de preescolar esperan que las traten con respeto por lo tanto enseñan a los pequeños con el ejemplo: respetando a cada niño y padre de familia. Es durante estos años que los hijos forman su carácter, independencia, madurez emocional, autoestima, capacidad para socializarse, para persuadir, para enfrentar la adversidad y el gusto por aprender.
Durante los primeros cinco años de nuestra vida el cerebro forma vías que nos ayudan a desempeñarnos, relacionarnos y aprender bien. Los pequeños son capaces de aprender a una razón muy rápida y ellos buscan y necesitan aprender cosas nuevas. Es por eso que muchos dicen que los niños son como esponjas.
Un ambiente estructurado es vital para los pequeños puedan crecer en un entorno lleno de amor, organizado y estimulante con colores, sonidos, texturas, números, letras, formas, actividades y libros. En el preescolar aprenden una rutina, a enfrentar expectativas, y empiezan a anticipar las actividades próximas. Sus ágiles cerebros les ayudan a procesar estos códigos de familiaridad y les dan un sentido de seguridad y de pertenencia. Una vez que están cómodos con la estructura y rutina de un salón de clase, los pequeños tesoros empiezan a construir los cimientos sólidos para su futuro escolar en el cual habrá actividades y retos más demandantes.
Las habilidades interpersonales
Sin duda constituyen la clave para el éxito en el futuro. Esto va más allá de hacer amigos y tiene que ver con trabajar en armonía con diferentes personas con diferentes tipos de personalidades y puntos de vista. También entrañan adquirir las habilidades de escuchar, ser cortés, hablar -en corto y en público-, tomar turnos para hacer algo, aceptar las diferencias entre las personas, cometer errores, pedir perdón, dar las gracias, cómo pedir las cosas, como ayudar a otros, como tener compasión y lo más importante: la empatía. Es en el preescolar que los chiquitines se den cuenta que el mundo no gira a su alrededor y que viven en un mundo lleno de diferentes tipos de personas. Al trabajar dentro de un grupo de compañeros cada chiquito tiene que ejercer el auto-control, construir su autoconfianza, y un lugar dentro de su núcleo social.
Con el tiempo los niños aprenden a ser más independientes, en especial con asuntos como usar el baño, ponerse su ropa y zapatos. Ya que papá y mamá no están ahí los niños aprenden a hacerse cargo de sus cosas y de comunicar sus necesidades.
No podemos olvidar el valor de la excelencia académica ya que nuestros niños son capaces de hacer y aprender más de lo que esperamos. En el preescolar los pequeños aprenden números, formas, los días de la semana, y conceptos básicos que necesitan saber antes del kinder. Las mejores primarias inician con pequeños que pueden leer, sumar, escribir y hablar otro idioma. En el preescolar los alumnos desarrollan habilidades cognitivas para razonar, resolver un problema, y aprenden los conocimientos que hacen más fácil para ellos el camino académico.
Idiomas
Esto me trae a la importancia del aprendizaje de un segundo y tercer idioma. Es durante el preescolar que el cerebro de los niños crea nuevas vías de lenguaje, aprende a diferenciar tonalidades, a pronunciar nuevas palabras, a formar un vocabulario, comprender conceptos y expresarlos de manera verbal. Nunca hay que subestimar el poder de crecimiento del cerebro de un pequeño. Ellos cuentan con más neuronas que los adultos y entre más enlaces forman menos neuronas pierden al crecer. Como decía mi suegra: “lo que no se usa se atrofia”. Con el acceso personas que hablan otro idioma, a un sitio con diferentes utensilios para escribir, libros, y herramientas tecnológicas, un chico puede pulir sus destrezas motoras y de lenguaje mismas que son criticas para aprender a hablar, escribir y para ser capaces de comprender y seguir instrucciones. ¡Incluso dominar otros idiomas!
Por último: es muy importante el preescolar porque crea un espacio o tiempo libre para la madre. Esta separación es difícil al principio, ya que ambos (madre e hijo) han estado ligados por tres años. Llega el momento en el que el pequeño necesita su privacidad, su espacio y desarrollar su personalidad. De la misma manera la mamá necesita cambiar, lograr un espacio para ella y desarrollar nuevos intereses. Los hijos aprenden a estar lejos de los padres sin sufrir ansiedad. También descubren que hay figuras con autoridad fuera del hogar a las que deben escuchar y obedecer.
Recuerden que los roles entre padres e hijos siempre cambian. Por lo tanto seleccionen el mejor preescolar y la mejor escuela para sus hijos. Enséñenles las habilidades y los valores que van a necesitar para sobresalir por su cuenta con éxito. Y sean buenos con ellos. ¡Es muy probable que sus hijos tomen las decisiones importantes para ustedes cuando sean ancianos!