Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso, indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras.
Ser tolerante es aceptar y permitir las circunstancias o diferencias de los demás, es no impedir que haga lo que éste desee, es admitir la diferencia o la diversidad. Para que los niños establezcan buenas relaciones con sus semejantes, es necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeño.
La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los niños con sus iguales y con su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de sus amiguitos, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros durante un juego, en alguna actividad o en un aula. La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración en un grupo o equipo.
El niño no nace tolerante. Su conducta natural es que todo sea para sí, y que todos estén de acuerdo con él, por lo que es indispensable que el proceso de aprendizaje acerca de la tolerancia empiece desde bien temprano.
11 ideas para que los niños aprendan a ser tolerantes
El ejemplo de los padres es la mejor herramienta que pueden utilizar para inculcar valores en la educación de los hijos. La tolerancia es un valor importante para el buen desarrollo de las relaciones sociales del niño. El niño puede aprender a ser tolerante:
- Cuando sus padres también lo sean
- A través de cuentos e historias
- Por las actividades que desarrolla
- A través de los juegos
- En la convivencia con los demás niños
- Aprendiendo a respetar las diferencias
- Conociendo diferentes culturas
- A través de los viajes en familia
- Conociendo los beneficios de la conciliación, de la paz
- Compartiendo, sin pelear
- Aprendiendo a no burlarse de los demás